Queridos amigos, he decidido compartir mi historia personal y profesional con ustedes a través de este artículo de blog porque creo firmemente en la transparencia y la conexión humana. Mi viaje hasta convertirme en fotógrafo no solo ha sido una aventura llena de desafíos y aprendizajes, sino también una serie de decisiones cruciales que han moldeado quién soy hoy. Es mi deseo que, al conocer de dónde vengo y cómo he llegado hasta aquí, puedan sentirse más cercanos a mí y a mi arte. Cada imagen que capturo lleva un pedazo de mi historia, y espero que al revelar mi trayectoria, entiendan mejor la pasión y el amor que infundo en cada fotografía que tomo para ustedes.
Mi sueño se ha hecho realidad
Antes de realizar mi sueño, trabajé en diversos campos hasta que el universo me mostró el camino, transformando un simple hobby en una carrera. Esto se debió a una amiga que me informó sobre una conferencia gratuita de una compañía que buscaba personas para enseñarles los secretos de la fotografía desde cero. Así que, movido por la curiosidad y el deseo de llevar mi hobby a otro nivel, asistí a esa conferencia. Después de ella, apliqué para uno de los lugares disponibles para trabajar como fotógrafo para esa compañía. Todo sucedió a principios de 2016. Poco después de aplicar, recibí una respuesta positiva y fui reclutado para el bootcamp. Este programa se llevó a cabo durante un mes en una cabaña en Brașov, una ciudad montañosa en el centro del país. Seis días a la semana y aproximadamente diez horas al día, fuimos entrenados desde cero en fotografía, ventas, comunicación y lenguas extranjeras. Después de graduarme de este programa de entrenamiento, fui enviado a la isla de Creta en Grecia a un hotel de cinco estrellas, donde trabajé no solo como fotógrafo y asistente de ventas, sino también como DJ en las noches de discoteca del hotel durante toda la temporada de verano. Esta temporada duraba de abril a octubre, con un horario de seis días a la semana y más de 12 horas de trabajo diarias.
Mi lado artístico se expresó desde que era un niño
Me gustaba cantar, bailar, recitar poemas, etc., y en las fiestas familiares, siempre era el centro de atención donde recibía aplausos y elogios. Creciendo un poco más, alrededor de los 5-6 años, comencé a estar fascinado por la ocupación de un tío que era DJ y fotógrafo en diversos tipos de fiestas, bodas o bautizos. Los años pasaron y esa “fama” de la infancia se me subió a la cabeza y mi camino siguió la misma trayectoria que la de mi tío: DJ a los 22 años (ocupación que llevaba en paralelo con el trabajo en la construcción) y fotógrafo a los 30. Ambos sueños, aunque inicialmente eran simples hobbies, luego se transformaron en pasiones y, finalmente, en actividades de las cuales comencé a ganar dinero. Pero el camino no fue fácil ni corto. Dedicando incontables horas para aprender los secretos del DJ-ing en un principio y de la fotografía un poco más tarde, necesité unos 2-3 años de experimentación, entrenamiento y perseverancia antes de empezar a ganar mis primeros ingresos. En el contexto de mi experiencia como fotógrafo en Creta, junto con el encuentro con mi esposa actual al final de 2016 después de terminar la temporada de verano en la isla…
Me encontré en una encrucijada…
Y tenía que elegir entre continuar trabajando para esa compañía como fotógrafo, con el riesgo de perder a Lorena, mi novia de aquel entonces y actual esposa, ya que tendríamos que continuar teniendo una relación a distancia, lo cual ya estaba sucediendo por casi un año, o renunciar a ese trabajo estacional y darle una oportunidad a nuestra relación. Como se puede suponer, elegí la segunda opción y renuncié a seguir trabajando como fotógrafo de verano, en un horario robótico con un jefe cuyo único objetivo eran las ventas cada vez mayores y muy poco tiempo libre. Me mudé junto con mi novia, me empleé como conductor de Uber y con el dinero ahorrado y algo de ayuda de la familia y de mi novia, invertí en una cámara fotográfica con la que comencé mi carrera como freelancer. Poco después, empecé a acumular material fotográfico fotografiando eventos de amigos, trabajando como segundo fotógrafo en bodas, etc. Como dato curioso, los frutos de mis dos pasiones, la música y la fotografía, los coseché fuera del país en el que nací. Dinero de la música empecé a ganar en Italia donde viví durante 6 años después de terminar la universidad, y dinero más serio de fotografía gané en Grecia, Perú y actualmente en México, donde mi carrera como fotógrafo sigue en constante desarrollo.
Espero que mi historia les haya demostrado que, a pesar de los obstáculos y las incertidumbres, perseguir nuestros sueños es un viaje que vale la pena emprender. Quiero motivarlos a no rendirse nunca, a perseverar incluso cuando el camino parezca difícil y las metas lejanas. Cada pequeño paso adelante cuenta y puede ser el que marque la diferencia en la realización de sus propios sueños. No teman tomar riesgos y buscar nuevas oportunidades; cada experiencia les enseña y los prepara para el éxito futuro. Sigamos adelante con determinación y pasión, construyendo el camino hacia nuestros sueños con cada acción que tomamos.